Tráfico X Tasa de conversión X Cesta media = €€

Las personas que han trabajado conmigo reconocerán esta ecuación que les he tenido que repetir muchas veces:

Tráfico X Tasa de conversión X Cesta media = $$ o €€ a este lado del Atlántico.

Por lo tanto, es una ecuación básica general, pero que le permite (re) centrarse en los fundamentos de su negocio en línea.

Cuando la máquina ya no funciona correctamente, cuando el número no está ahí y ve que su director financiero palidece al ver sus P&L, ya es hora de sumergirse en sus KPI (indicadores clave de rendimiento para personas que no hablan inglés) y mira donde esta el problema.

Es fundamental elaborar una lista de puntos a comprobar a lo largo de esta cadena de causas y efectos que conducirán a la generación de su facturación.

Tráfico : ¿hay suficiente tráfico? ¿Decreciente o creciente? ¿Hay un cambio en la combinación de dónde proviene este tráfico? ¿Es esta la consecuencia de un cambio en la asignación presupuestaria? ¿A qué página de destino?... ¡Mil preguntas que hacer sobre el tema y esto es válido para los siguientes 2 parámetros más!

Conversión : ¿el tráfico llega a la página de destino correcta? ¿Se ha probado esta página de destino antes para obtener la mejor conversión? ¿Está claro y tiene la información necesaria y suficiente? ¿Funcionan correctamente los botones de “comprar”? ¿Cuál es la tasa de deserción? ¿Tenemos un número mínimo de clics para poner el producto en el carrito? ¿El precio es correcto? ¿Está realmente en vivo la posible promoción?...

Cesta media : ¿se han introducido correctamente las ventas adicionales y cruzadas en el lugar correcto? ¿Se promociona bien el producto más “interesante”? ¿Hemos pensado en una presentación “buena, mejor, mejor” para las variantes de este producto, incentivando a la gente a comprar el producto más eficiente o acorde al target?...

Una lista de verificación y su revisión periódica deberían ser tus nuevos mejores amigos.

Imagínate, esta sencilla ecuación mágica vuelve a poner en orden tus fundamentos.

Conviértalo en un hábito semanal o incluso diario, dependiendo de qué tan activo esté su sitio. Porque, seamos honestos, un cliente no esperará a que usted corrija ese error tipográfico; irá a tu competidor con solo un clic.

Entonces, ¡sumérjase en sus paneles y asegúrese de que todo funcione sin problemas!